Lo último de Calypso se llama K5601, unos nuevos modelos con movimiento analógico y digital, con doble segundero y con día de la semana de dos letras. La parte digital es totalmente de segmentos, habiendo variantes tanto invertidas (en el modelo oscuro K5601-8) como sin invertir (en el modelo K5601-1). Su precio es de 29 €, y por ese precio tenemos un reloj íntegramente de plástico, con correa de poliuretano y cuya caja mide 45 mm. Su resistencia al agua es de 50 metros, y entre sus funciones encontramos cronógrafo, alarma, señal horaria, calendario automático e iluminación.
Calypso sigue la moda de los últimos modelos de este tipo, en donde cada vez más vemos cuatro tornillos en el frontal, sin ninguna función más que la simplemente estética. Las partes más negativas de estos nuevos K5601 son varias. La primera de ellas es evidente: una corona (que sirve para manejar las agujas) sin protección alguna, y una parte analógica con unas saetas en las cuales la marca del Grupo Festina no se ha molestado en diseñarlas y acabarlas un poco mejor. De hecho, es tan evidente que su anchura es demasiado para un modelo ana-digi, que en las imágenes oficiales oculta buena parte de la zona digital. Por fortuna, no son tan largas como para molestar la lectura de la zona de fecha (en la parte superior del reloj), pero sí para molestar en la lectura de la hora digital.
Lamentablemente, tampoco han aprovechado el enorme y anchísimo bisel del reloj para trabajar mejor los índices sobre él, algo que sería muy de agradecer y que les habría dado un mejor resultado. Y finalmente, pero no menos importante, destacar que el color de las agujas no cambia en ninguno de los dos modelos. El contraste de las agujas blancas con el reloj negro (el invertido) es demasiado, incluso resulta cegador y muy ostentoso, hubiera sido de agradecer una tonalidad algo más oscura. Por contrapartida, el modelo blanco mantiene esas mismas agujas (debieron pensar en Calypso que por 29 euros que cuesta el reloj no compensaba cambiarles ni el color a las manecillas, por lo que usaron las mismas para los dos modelos), y en este caso, al ser la máscara tan blanca, causa confusión, por lo que no se aprovecha del todo una de las virtudes de los movimientos analógicos: la posibilidad de ver la hora de un simple vistazo.
Es de agradecer que Calypso siga ofreciendo este tipo de modelos a esos precios, pero eso no debería ser excusa, bajo ningún concepto, para dejar de lado elementos de acabado que mejorarían notablemente el resultado final y crearían un reloj más distinguido y utilizable.
| Redacción: Relojes Digitales
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