En el mes de mayo las exportaciones de relojes suizos han disminuido un 8,9%, de acuerdo a los datos hechos públicos por la Federación de la Industria Relojera suiza. Ese periodo coincide con el lanzamiento, en abril, del Apple Watch, y algunos analistas enseguida han empezado a atar cabos, explicando que la raíz del problema son los 2 millones de relojes inteligentes de Apple que la firma norteamericana lleva vendidos, lo que se ha traducido en que se han comido una parte de la manzana (de la manzana suiza, en este caso).
Debido a la fuerte caída de ventas en el mes de mayo, las exportaciones de relojería desde Suiza arrastran unos primeros cinco meses del año 2015 con un descenso generalizado, del -0,3%.
Cuando el jefe de diseño de Apple, Jonathan Ive, declaró que el Apple Watch podía competir en el elitista y duro mercado de los relojes suizos, no pocos llegaron a ignorarle, hacer oídos sordos e incluso burlarse. Pero parece que el mercado le está dando la razón.
No obstante cabe matizar que también es desde Apple desde donde dijeron que al principio sus ventas iban a ser muy significativas, pero que ese optimismo se acabaría normalizando, incluso preveían que tendería a disminuir drásticamente. Eso está por ver. Por de pronto el Apple Watch goza de muy buena salud, apoyado por apps de los fabricantes más dispares, y, además, parece que a los ejecutivos con los bolsillos más llenos les ha caído en gracia. ¿Eso supondrá la desgracia -valga el juego de palabras- para las manufacturas suizas? Lógicamente, tumbar a la industria suiza de la relojería es aspirar a mucho, pero gigantes más grandes han caído. Y sí, parece que Apple dispara a matar. Pero de momento -cosas de la vida- donde son innovadores de verdad y virtuosos, en su sistema operativo, siempre han ido por detrás en ventas de Microsoft. Qué cosas, pueden con todo y con Windows nunca han podido. Irónico, ¿verdad?
| Redacción: Relojes Digitales
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